miércoles, 29 de diciembre de 2010

El Valor del Tiempo

¡Qué intrincado es conocer el valor del tiempo!
Cuando eres niño y tienes que esperar toda una noche para que lleguen "los Reyes Magos", es la eternidad. En cambio los papás, esa misma noche quisieran que transcurriera lentamente, cuando no han encontrado el "regalo", justo "ese" que el niño espera.
Nueve meses de espera, son muchísimos para una mamá que anhela ver la cara de su bebé. Y para el bebé, sin embargo nueve meses en el vientre de mamá, es el tiempo indispensable para fortalecer y madurar los órganos que le sostendrán por el resto de sus días.
Tres meses para una novia, esperando el gran día, no son lo mismo para la mamá que sabe que llegará el día de la partida de su "amada niña".
Después de un diagnostico de muerte, seis meses de vida no alcanzan para arreglar relaciones, para pedir perdón, para decir suficientes: "te amo", para dejar un buen ejemplo; los mismos seis meses, en cambio es mucho tiempo para el joven que esta por terminar la carrera, aquello que le ha tomado noches de insomnio y dedicación por años.
Noventa y dos años no son suficientes para decirle a una hija cuanto se le ama, cómo tampoco lo es para la hija amar y besar a su padre. como reteniendo el tiempo.
Pasa el tiempo cómo ráfaga y al mismo tiempo tan lento como a una pluma de ave le toma caer desde una mesa. No somos capaces de atesorar nuestros recuerdos de una hora, tenemos muchas cosas que hacer, mucho que ver y sentir. La vida pasa frente a nosotros y no nos detenemos para amar, acariciar, realizar sueños, hacer memorias en cada momento.
Se termina el 2010, pero tenemos una nueva oportunidad, un nuevo día, una nueva mañana, otra noche de luna, un nuevo amanecer, no sabemos sí será un año, pero tenemos el "Hoy", con las personas que nos rodean y debemos apreciar cada segundo como un gran regalo que nos otorga el Señor.
¡Felíz Año Nuevo!

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